Pienso demasiado en ella el último tiempo. Pienso, y pienso en holandés, pero escribir en holandés aquí sobre ella sería un despropósito.
Pienso que quiero verla, por ejemplo, pero que no sé si quiero verla porque me siento solo, o porque es ella a quien quiero ver.
Parece que nunca es la otra persona. Siempre es lo que hacemos de le otre.
Además de pensar en ella en holandés, pienso en mi soledad, y pienso en ciertos odios. Tal vez sea ese mi problema, no tanto ser el que apunta al problema, si no la pasión, el desenfreno, el sentimiento profundo. Pero suena dramático y no lo es. Mi odio es como mi amor. Un amor, o un odio, de tipo de 40. Tranqui. Casi aburrido.
Aclaración: el objeto de mi odio, o de mi ira, no es el objeto de mi deseo, de mi verlang. Como ya dije, creo que incluso no es el objeto el problema, es más bien el sujeto.