A ver, hace años que leo a un par de oldschool bloggers, y por otro lado, andar ventilando mi opinión (muchas veces basada nada más que en ciertas asociaciones, y lo que me dice la panza) en el twitter me produce un poco de vergüenza.
Pero la idea de escribir mis opiniones, sobre todo porque me sirve como proceso autoreflexivo, en mi propio blog, es una costumbre que debería cultivar.
Además de tener un registro de comidas, música, eventos, y/o lo que se me ocurra. Total, es mi blog, ¿no?
So, here we go.