Hace un tiempo descubrí a Colin Stetson, cuando salió su album All this I do for glory, un tremendo saxofonista. Se suponía que iba a venir a tocar en el AB, en Bruselas, pero el concierto fue cancelado (sin que yo me haya enterado el porqué). En todo caso, ahora tiene otro proyecto: Ex Eye, una banda de metal (pa’ simplificar), con un disco muy bueno, también en Bandcamp.
Ya pasaron los exámenes, y aprobé ambos. De paso me crucé, gracias a una de las clases con un libro muy interesante sobre sistemas operativos. Fui al teatro a ver una obra con la que aluciné, Ghost de Abattoir Fermé y a ver otra que no me gustó tanto, de un grupo de teatro bastante nuevo, con gente joven. El domingo pasado vi a Mogwai, y ¡gocé como chancho en chiquero llovido! (?). Unos tremendos maestros los escoceses.
También vi un show unipersonal de un chico que dicen es la próxima figura del circo en Bélgica: Etienne Saglio. Pero de esto quiero escribir. Porque además, escuchando música empecé a hacer conexiones improbables con Joan As Police Woman, Radiohead, Franz Kafka y la influencia evangélica en la cultura pop de la discapacidad física (¿cómo será que se dice ahora?).
En fin, además también me estoy debiendo la segunda parte de la historia personal del fútbol, y la verdad, muchas ganas de ponerme un poco más escribidor. Prometo hacerlo, el comienzo del 2014 ha sido bastante agitado, y por eso mismo, excelente-lindo-copado-calidá. Trabajo, la escuela que no para, lecturas, conciertos, pelis, y las cotidianidades del hogar. Ojalá para ustedes también, o no. Depende de cómo se mire, y lo que se busque también.
El sábado pasado hicimos 2 horas de viaje hasta Maastricht, en Holanda, para ver a Bobby McFerrin actuar por… ¿una hora?, no sé. El asunto es que lo único que valió la pena fue lo poco que vimos de la ciudad, muy linda. Y las holandesas, que son todas lindas.
Lo reconozco, estoy exagerando: el show estuvo bien, si nunca viste un video de él, antes. A mi, me supo a poco, y un poco a estafa.
Bobby McFerrin se hizo mundialmente conocido gracias a Don’t Worry Be Happy, del disco Simple Pleasures (1988). En la web oficial dicen que fue compuesta con problemas y grabada a última hora. Y además, el disco no usa más instrumentos que la voz de Bobby.
Although ‘Simple Pleasures’ was Bobby’s fourth album, many consider it his breakout effort, as it featured the mega hit “Don’t Worry Be Happy” (which incidentally was composed and recorded in the last minute). Unknown to many, the album only features Bobby’s voice, albeit with much overdubbing.
RE-UPDATE: Ahora sí.
UPDATE: No se puede ver este video desde mi blog, porque pertenece a los putos de Sony. Tendrán que ir a youtube.