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Ni he muerto, ni he andado de parranda…

Ya pasaron los exámenes, y aprobé ambos. De paso me crucé, gracias a una de las clases con un libro muy interesante sobre sistemas operativos. Fui al teatro a ver una obra con la que aluciné, Ghost de Abattoir Fermé y a ver otra que no me gustó tanto, de un grupo de teatro bastante nuevo, con gente joven. El domingo pasado vi a Mogwai, y ¡gocé como chancho en chiquero llovido! (?). Unos tremendos maestros los escoceses.

También vi un show unipersonal de un chico que dicen es la próxima figura del circo en Bélgica: Etienne Saglio. Pero de esto quiero escribir. Porque además, escuchando música empecé a hacer conexiones improbables con Joan As Police Woman, Radiohead, Franz Kafka y la influencia evangélica en la cultura pop de la discapacidad física (¿cómo será que se dice ahora?).

En fin, además también me estoy debiendo la segunda parte de la historia personal del fútbol, y la verdad, muchas ganas de ponerme un poco más escribidor. Prometo hacerlo, el comienzo del 2014 ha sido bastante agitado, y por eso mismo, excelente-lindo-copado-calidá. Trabajo, la escuela que no para, lecturas, conciertos, pelis, y las cotidianidades del hogar. Ojalá para ustedes también, o no. Depende de cómo se mire, y lo que se busque también.

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Cortázar hablando de Demian, de H. Hesse

Una vez apareció en la casa que compartíamos con unos amigos de la facultad, en Asunción, un disco (de esos grabados que costaban muy muy poco) que tenía dos tracks: uno de o sobre Violeta Parra, y el otro, este, en el cual nuestro querido Julio hace pelotas al Demian de Hermann Hesse.

Yo no sé si fue porque a mi némesis le gusatba mucho Hesse, -sí, tuve némesis cuando fuí síntesis antiestética de mí: tesis opulenta-, que a mi dejó de gustarme, y por eso celebré con bombos y platillos las palabras de Cortázar, o efectivamente, soy un manipulado por las pasiones, y como me gusta tanto la obra del argentino, pues le compro todo lo que me venda.

En fin, disfrutad.

Hermann Hesse
Hermann Hesse

Y para los registros: yo sí leí Demian, El Lobo Estepario y Siddharta, cuando era adolescente, y pues, esa es otra vida: tanto humo ha pasado entre mis neuronas que, apenas, vagos recuerdos -todos manoseados- de aquellas épocas, quedan. Lo demás es silencio, o literatura, que para los efectos, viene a ser lo mismo.

El futuro: Lo primero que leí, literatura adolescente, los recuerdos y las manipulaciones de nuestro cerebro, el librotón de H. que le regalaron a mi compañera, J. y sus detractores casi siempre políticos.

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El Fútbol y yo (Parte 1)

Leon Rugilo
Leon Rugilo

Yo nací tarde, de casualidad y de pura “suerte”; y aunque de chico me hubiera gustado tener otro nombre (Juan Carlos, para que me dijeran Juanca, en vez de todas las cosas que me dijeron de chico), no puedo estar más que feliz con la intervención de mi hermana la mayora, en la elección de mi nombre. En honor a un Fabián, del que ella había estado enamorada, y había fallecido en un accidente, o algo así: trágico y romántico.

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Vandana Shiva en Gent (II)

Lo prometido es deuda. El audio de la charla que dio Vandana Shiva en Gent, en septiembre (en inglés).

Y no digo más.

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Procrastinación sabatina

Momento auspiciado por el siguiente mix:

Bueno, ayer, mientras estudiaba, escuché ese podcast… programa de radio… mix… eso. Y me dije:

– Viejo, ahora estás estudiando, no te distraigas. Luego, esta noche, o mañana, volvés al mix y empezás a buscar, uno por uno, a todos los que tocan.

Cómo verán, tengo que decirme cosas, porque tengo el nefasto don de dejarlo todo de lado (sí, lo considero don, y nefasto). Siempre, todo. Por la más mínima dis-a-tracción. Eso, excepto el amor, pero el amor es un perro del infierno, que me copa porque cambia de cabezas, y tiene cola de serpiente, y a mi, bueno, si no es muy mainstream, ya me convence.

En fin, me distraigo.

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Deseos para el 2014

Hace un tiempo ando dándole vueltas a la idea de resucitar este blog.

Resucitarlo y lanzarlo al estrellato.

Bueno, es un decir. Sos vos, y por ahí alguna otra persona nomás, pero no pasa nada. Me gusta así, chiquito. Cuando crezca, eso si, quiero que tenga carácter. Pero que sepa callar.

Sí. Que sepa callar y tenga carácter. Como yo. Pero, que sepa callar. Porque eso, yo no sé hacerlo.

Prometí el audio de la amiga Vandana Shiva, hermosa ella. Y lo voy a cumplir. ¿Antes de que se acabe el año?

Y voy a mentir más. Ocultar la verdad. Hacerme invisible o por lo menos medio transparente. Como panty-media. Transaprente como camperita de cebolla. Transparente y transpiroso: maloliente. Y ni aunque quiera, che. Ni eso, ni la barba. No nací para hippie, que lo parió.

Pero sobre todo que sepa callar.

Y, claro, para vos también: ¡un abrazo gigante, mucha fuerza y buena vibra -no hippie- para el 2014!

Ah, y de yapa, una foto que saqué, aquí cerquita de mi casa. La vamos a poner: ‘El Naufragio’

El Naufragio
El Naufragio