Hace un tiempo ando dándole vueltas a la idea de resucitar este blog.
Resucitarlo y lanzarlo al estrellato.
Bueno, es un decir. Sos vos, y por ahí alguna otra persona nomás, pero no pasa nada. Me gusta así, chiquito. Cuando crezca, eso si, quiero que tenga carácter. Pero que sepa callar.
Sí. Que sepa callar y tenga carácter. Como yo. Pero, que sepa callar. Porque eso, yo no sé hacerlo.
Prometí el audio de la amiga Vandana Shiva, hermosa ella. Y lo voy a cumplir. ¿Antes de que se acabe el año?
Y voy a mentir más. Ocultar la verdad. Hacerme invisible o por lo menos medio transparente. Como panty-media. Transaprente como camperita de cebolla. Transparente y transpiroso: maloliente. Y ni aunque quiera, che. Ni eso, ni la barba. No nací para hippie, que lo parió.
Pero sobre todo que sepa callar.
Y, claro, para vos también: ¡un abrazo gigante, mucha fuerza y buena vibra -no hippie- para el 2014!
Ah, y de yapa, una foto que saqué, aquí cerquita de mi casa. La vamos a poner: ‘El Naufragio’